El amor siempre ha sido y será el tema más escrito de la historia, la emoción suprema que moviliza la humanidad.
Durante mucho tiempo las correspondencias epistolares han sido su vehículo preferido. La carta...la mensajera de los dioses, con todas las pasiones y sentimientos anexos que generan el amar.
Hoy en estos días puede ser algo inusitado recibir una,cuando ya casi nadie recuerda su código postal y los buzones son piezas de museo porque la tecnología sustituyó a la pluma.
Pero me pregunto, qué pasaría si tocan a tu puerta y lo que te entregan es una carta de amor? Es imposible que no se te arrugue el corazón y te vuelen mariposas hasta por los ojos!
Así que si querés sorprender a tu enamorado, te recomiendo este antiguo recurso, que te agradecerán más que un costoso anillo, porque en definitiva en un tiempo sin tiempos, lo más valioso es pensar en el otro. El ritual de las palabras, de poder expresar eso que no sabe como salir ...no tiene precio!
Los otros días entre uno de los libros, encontré una carta que escribí, en ese momento a mi novio, quien es hoy mi marido.
Toda amarilla, con lenguaje adolescente, a máquina, con érrores , mala redacción, pero con algo perfecto...los sentimientos más bellos que puede generar el amor.
Pero me pregunto, qué pasaría si tocan a tu puerta y lo que te entregan es una carta de amor? Es imposible que no se te arrugue el corazón y te vuelen mariposas hasta por los ojos!
Así que si querés sorprender a tu enamorado, te recomiendo este antiguo recurso, que te agradecerán más que un costoso anillo, porque en definitiva en un tiempo sin tiempos, lo más valioso es pensar en el otro. El ritual de las palabras, de poder expresar eso que no sabe como salir ...no tiene precio!
Los otros días entre uno de los libros, encontré una carta que escribí, en ese momento a mi novio, quien es hoy mi marido.
Toda amarilla, con lenguaje adolescente, a máquina, con érrores , mala redacción, pero con algo perfecto...los sentimientos más bellos que puede generar el amor.
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Solo tenía 18 años ... |
Siglos atrás, el hoy tan polémico doble check azul del whatsApp —que infidente cuenta del mensaje leído o no— no existía, pero en su lugar la ansiedad, el suspenso, la duda y el cultivo de la paciencia eran parte del juego amoroso.
Hombres y mujeres célebres abrieron su corazón en cartas confesando amores a primera vista, pasiones no correspondidas, ansias secretas y deseos imposibles.
Hombres y mujeres célebres abrieron su corazón en cartas confesando amores a primera vista, pasiones no correspondidas, ansias secretas y deseos imposibles.
Sólo el amor puede despertar emociones tan extremas como la pasión y el odio. Enrique VIII enloqueció por Ana Bolena antes de ordenar su muerte, Napoleón sufrió por el desdén de Josefina, Perón tuvo en Evita su tesoro adorado.
Esta es una de mis favoritas, el temido Napoleón Bonaparte mostrando su parte vulnerable, la humana, la que da el amor...
Esta es una de mis favoritas, el temido Napoleón Bonaparte mostrando su parte vulnerable, la humana, la que da el amor...
Carta de Napoleón a Josefina
No le amo, en absoluto; por el contrario, le detesto, usted es una sin importancia, desgarbada, tonta Cenicienta. Usted nunca me escribe; usted no ama a su propio marido; usted sabe qué placeres sus las letras le dan, pero ¡aún así usted no le ha escrito seis líneas, informales, a las corridas! ¿Qué usted hace todo el dia, señora? ¿Cuál es el asunto tan importante que no le deja tiempo para escribir a su amante devoto? ¿Qué afecto sofoca y pone a un lado el amor, el amor tierno y constante amor que usted le prometió? ¿De qué clase maravillosa puede ser, que nuevo amante reina sobre sus días, y evita darle cualquier atención a su marido? ¡Josephine, tenga cuidado! Una placentera noche, las puertas se abrirán de par en par y allí estaré. De hecho, estoy muy preocupado, mi amor, por no recibir ninguna noticia de usted; escríbame rápidamente sus páginas, paginas llenas de cosas agradables que llenarán mi corazón de las sensaciones más placenteras. Espero dentro de poco tiempo estrujarla entre mis brazos y cubrirla con un millón de besos debajo del ecuador. Napoleón Bonaparte
Que hermoso sería hoy, recibir una carta de esas , un refugio de bellas palabras, donde aislarte cuando la necesitas...una y otra vez. Será cuestión de reivindicar esa vieja costumbre .
Nancy